Su casa es un hogar de puertas abiertas para todo quién lo necesite, su corazón y sus fuerzas siempre alentando en los momentos bajos, acompañando a las mamás al hospital y enseñándolas a ser independientes, atenta a todas las necesidades.
"Mis padres tenían un piso muy cerca del Hospital y no dudé en dejar el piso donde había vivido con mis padres para que a la gente le fuera más fácil, por la cercanía, venir a casa. Todo comenzó hace 25 años. Comparto mi vida y camino con ellos. Yo les proporciono la llave de casa para que puedan venir a la hora que quieran. Han pasado de muchos países y razas. Ellos me han enriquecido, tanto por su distinta religión como su distinta manera de pensar."Su labor humanitaria ha sido reconocida en muchísimas ocasiones, en el año 2007 recibió el Premio Extraordinario “Averroes de Oro, Ciudad de Córdoba, a los Valores Humanos y Concordia”.
Es una mujer religiosa “Hija de Dios” que dedica sus días a acompañar, consolar y acoger a personas enfermas y a sus familiares. Como en esta ocasión ha hecho con Fatma y Rayana, dos pequeñas que vuelven recuperadas a Lamu después de ser intervenidas en el Hospital Reina Sofía de Córdoba por mediación de Infancia Solidaria
Muchas gracias Carmeli por regalarnos tu generosidad, tu buen hacer y tu sonrisa.
Infancia Solidaria ONG
4 comentarios:
Una mujer ejemplar , su casa es de quien la necestite , no tiene nada de ella . Una mujer que predica con el ejemplo , como debe ser . Para ella , las personas no se dierencian en nada , acoge de todas las ideologias y creencias .Aquella persona que necesite su ayuda , allí está ella entregada en cuerpo y alma .Una GRAN MUJER ..... Gracias
Me ha encantado esta entrada. Saber que personas así existen te alegran el día a día. Todo es posible.
He citado esta entrada en mi blog. Considero que lo que ha hecho esta mujer durante años es digno de admiración.
Muchas gracias por vuestro trabajo también.
Un saludo
http://cooperandoconelmundo.blogspot.com/
Carmelí forma parte de esa legión de Teresas de Calcuta anónimas repartidas por la geografía, sin alzar la voz, sin dejarse ver, .....sin buscar a cambio.
Una anécdota de esta acogida es que Carmeli, que según ella la costura no es lo suyo , buscó entre sus cosas una preciosa tela africana y le confeccionó a la mamá de Fatma una túnica, recibió a cambio una amplia sonrisa. Gracias Carmeli, conocerte ha sido un regalo
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