Hace algún tiempo, cuando Infancia Solidaria comenzaba a caminar recibí un correo desde Bagdad, en plena guerra, solicitando nuestra ayuda para traer una niña que se había quemado en un atentado con coche bomba en un mercado.
Mi mente, cuando leí aquel mensaje, me dijo de inmediato que aquello era misión imposible, no cabía la menor duda.
Pero mi corazón me dijo que lo intentase...y fue tan sencillo que apenas lo podía creer...apenas un par de correos a nuestra Embajada en Irak, una carta de compromiso de hacernos cargo de todos los gastos, una solicitud de autorización a la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid (al ser país prioritario, en conflicto, fue rápida), y poco más.
La niña llegaba a Madrid un par de semanas después de haber recibido la solicitud de ayuda.
En Febrero 2010 cumpliremos 4 años de vida.
Y en Noviembre 2009 hemos cumplido nuestros primeros 50 niños ayudados a curarse. ¡¡¡¡Qué satisfacción!!!, ¡¡¡qué emoción!!!, ¡¡¡Qué orgullosos nos sentimos!!!
Dos se nos quedaron en el camino...pero les ofrecimos una oportunidad de conseguirlo que no tenían.
A diez de ellos les hemos ayudado en su país, abonando la operación que necesitaban y que su familia era incapaz de asumir. Y todos están recuperados.
Y otros 38 vinieron a España a curarse y volvieron sanos.
En el mundo siguen muriendo 16.000 niños menores de 5 años, al día, de hambre, sed y enfermedades comunes.
Cuando hace 20 años, como voluntario de Ayuda en Acción, intentaba sensibilizar a la gente para que se involucrase en ayudar a los más necesitados, esta cifra era de 35.000.
Nuestros 48 niños curados son un número muy pequeño comparándolos con las grandes cifras del mundo, pero nos sentimos muy enriquecidos por haber contribuido, en la medida de nuestras posibilidades, con la devolución de su futuro a estos 48 niños.
El magnífico trabajo que muchas ONGs están haciendo en el mundo sigue reduciendo estas cifras obscenas, poco a poco.
Y nuestra intención es seguir colaborando en este engranaje solidario que constituimos las personas de buen corazón que nos conmovemos con el sufrimiento ajeno. Sobre todo con el sufrimiento de los más inocentes.
¿Sabéis cual es la frase que siempre nos dicen los papás y mamás de los niños (sin excepción) desde que estamos trabajando? "Que Dios os bendiga".
Gracias....a todos...siempre.
Y nuestra promesa de que seguiremos trabajando, por ellos.
Ahí van los 50. Y algunos que están en la sala de espera.
Intentaremos celebrarlo y os avisaremos.
Pepo Díaz
Infancia Solidaria
Niños que ayudan a niños
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