Si en la entrada anterior hablábamos de Valentina como uno de nuestros casos más complicados, Ednilson también es uno de esos niños cuya patología, y logística por tanto, se complica una vez que ha llegado a España.
Enso, como le llaman cariñosamente en Málaga, llegó en Diciembre de 2009.
Su cardiopatía congénita fue operado en el Reina Sofía de Córdoba y todo fue bien.
Pero los doctores observaron que si no se intervenían quirúrgicamente sus caderas, posiblemente Ednilson nunca podría caminar.
Sabíamos que el proceso iba a ser largo. Los problemas traumatológicos son lentos, y además, primero fue necesario tratar una cadera y después la otra.
Enso lo ha ido superando todo como un campeón, a pesar de pasar meses enteros escayolado con las piernas abiertas en 180 grados.
Tres meses después de la operación de corazón, Geziraida, su madre, tuvo que marcharse a Guinea Bissau a cuidar a sus otros hijos, y desde entonces el peque está acogido por Victoria, voluntaria coordinadora para Andalucía, enfermera pediátrica, que está haciendo con Enso un extraordinario trabajo profesional, al mismo nivel que el amor que le está entregando desde entonces.
Es un privilegio encontrar personas tan buenas en este hermoso, duro a veces, camino de la solidaridad.
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